Cuando los cascarones son de cemento
Cómo empezar…
Palabras que se escapan, realidades que se crean;
miedo, deseo e impotencia se entremezclan.
Querer y gritar y no saber la escala en la que hacerlo
pensando en lo admirado, en el ayer y en el mañana.
Cómo empezar…
Si la motivación se acumula en las sienes
y se estanca obstruyendo lo más desconocido de nuestro ser.
Cuando la mano, reflejo de un frágil espíritu, tiembla
y de la pluma caen espesas gotas que ahora son del color de la sangre.
Cómo empezar, cómo poner la letra capital
aquella que guie las directrices de un orden que venza al caos,
un enredo de sensaciones e impulsos que amenazan,
que desean frenéticamente estallar.
Palabras que se escapan, realidades que se crean;
miedo, deseo e impotencia se entremezclan.
Querer y gritar y no saber la escala en la que hacerlo
pensando en lo admirado, en el ayer y en el mañana.
Cómo empezar…
Si la motivación se acumula en las sienes
y se estanca obstruyendo lo más desconocido de nuestro ser.
Cuando la mano, reflejo de un frágil espíritu, tiembla
y de la pluma caen espesas gotas que ahora son del color de la sangre.
Cómo empezar, cómo poner la letra capital
aquella que guie las directrices de un orden que venza al caos,
un enredo de sensaciones e impulsos que amenazan,
que desean frenéticamente estallar.
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